Que Creemos
Somos miembros de la Esposa Amada de Jesús-Cristo, elegidos según el previo conocimiento de Dios Padre, a través de la santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados de la sangre de Jesús Cristo (1 Pedro 1:2); santificados por Dios el Padre, y preservados en Cristo Jesús, y llamados (Judas 1:1).
Sabemos que Dios nos ha constituido en Cristo Jesús para exaltar y glorificar a sí mismo su nombre, para destruir consejos, y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo intento a la obediencia de Cristo (2 Corintios 10:5), para trazar bien la Palabra de verdad (2 Timoteo 2:15), para corregir con mansedumbre a los que se oponen; si quizá Dios les dé que se arrepientan para conocer la verdad, y se zafen del lazo del diablo en que están cautivos a voluntad de él (2 Timoteo 2:25-26), para presentar la defensa del evangelio (Filipenses 1:17), para anunciar entre los Gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, y de aclarar a todos cuál es el plan del misterio escondido desde los siglos en Dios (Efesios 3:8-9).
Adoramos a un solo Dios en Trinidad, y Trinidad en Unidad, sin confundir las Personas, ni dividir la Sustancia. Creemos que las Escrituras (Antiguo y Nuevo Testamento) son la Palabra de Dios, sin error en los manuscritos originales. Creemos y anunciamos que, conforme a las Escrituras, Cristo fue entregado por determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendido y muerto por nuestros pecados por manos de inicuos, crucificado, sepultado y resucitado (levantado) al tercer día conforme a las Escrituras, por cuanto era imposible ser retenido por ella. Confesamos la total depravación del hombre caído, la predestinación, la elección incondicional, la redención o expiación limitada, el llamamiento eficaz o gracia irresistible, la preservación y perseverancia final de los santificados, todo lo anterior con base en las enseñanzas dadas por el Señor Jesús-Cristo a través de sus Apóstoles a lo largo de toda la Escritura.
Creemos que la salvación es de Yahweh (Jonás 2:10), que Yah es el alpha y la omega de la salvación, el principio y el fin, el que inició en nosotros la buena obra y quien la perfeccionará hasta el día de Jesús-Cristo.
Creemos que hemos sido salvados por gracia, por medio de la fe, no por obras; sin embargo, sabemos que la fe verdadera viene llena de frutos de justicia, que son por Jesucristo, y que la fe sin obras es muerta.
Creemos plenamente y sin vacilación que los dones del Espíritu Santo no han del todo cesado, siempre y cuando se encuentren en perfecta armonía con lo dispuesto en las Sagradas Escrituras; es decir, que se cumplan plenamente los requerimientos y requisitos establecidos en la misma Escritura.
Nos complace ser llamados Cristianos Primitivos únicamente, debido al hecho de que las denominaciones fueron creadas y son basadas en doctrinas de hombres perversos, corruptos de entendimiento, réprobos acerca de la fe, indoctos e inconstantes que tuercen las Escrituras para su propia perdición.
Creemos en la perfecta armonía existente entre la Suprema Soberanía de Dios y la Fidelidad a Sus promesa, pues YHWH no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta, Él dijo y ¡Él hará! No creemos en “grandes hombres de Dios”, sino en un Dios INFINITAMENTE GRANDE, al cual le ha agradado la idea de utilizar miserables insectos para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad.
RESPECTO AL EVANGELIO DE LA PROSPERIDAD, LO ABORRECEMOS, PUES NO HACE A NADIE ADORAR A JESÚS, HACE QUE LA GENTE ADORE LA PROSPERIDAD.
TULIP
?Qué es el TULIP?(Tulipán, en español), La palabra TULIP es usada como acrónimo para lo que llamamos las doctrinas de la gracia. Es una forma de abreviarlas.
T
1.-(T - TOTAL DEPRAVACIÓN): Debido a la caída, el pecador es incapaz de creer en el evangelio y ser salvo, ya que está muerto, ciego y sordo a las cosas de Dios; su corazón es engañoso y perverso en gran manera. Su voluntad no es libre, sino que está esclavizada a su naturaleza pecaminosa; por tanto, no quiere –y de hecho, no puede- escoger el bien y rechazar el mal en lo que a las cosas espirituales respecta. La mera ayuda del Espíritu, por consiguiente, no es suficiente para traer al pecador a Cristo, sino que es absolutamente necesaria la regeneración en virtud de la cual el Espíritu imparte vida y una nueva naturaleza al pecador. La fe no es algo con lo cual el hombre contribuye a la salvación sino que es en sí una parte del don de la salvación –es el don de Dios al pecador, no el don del pecador a Dios-.
" U "
(Unconditional Election) 2.- ELECCIÓN INCONDICIONAL. El que Dios haya escogido a ciertos individuos para salvación antes de la fundación del mundo se debe únicamente a su voluntad soberana. Su elección de ciertos pecadores no está basada en un conocimiento previo de una respuesta o acto de obediencia (tales como la fe, el arrepentimiento, etc.) por parte de los pecadores. Al contrario, Dios es el que da la fe y el arrepentimiento a cada persona elegida. Dichas obras son el resultado, no la causa de elección divina. La elección, por tanto, no está determinada ni condicionada por virtud alguna u obra meritoria prevista por Dios en el hombre. Aquellos a quienes Dios ha elegido en su soberanía son movidos por el Espíritu Santo a aceptar a Cristo. Por tanto, la causa fundamental de la salvación no es la decisión del pecador de aceptar a Cristo, sino la elección del pecador por parte de Dios.
" L "
(Limited Atonement) 3.- REDENCIÓN PARTICULAR O EXPIACIÓN LIMITADA. Aunque el llamado del evangelio es un llamado general solo los elegidos responderán La obra redentora de Cristo tuvo como fin salvar a los elegidos únicamente y, en efecto, aseguró la salvación de éstos. En su muerte Cristo sufrió como sustituto por el pecado de los elegidos en particular. Además de borrar los pecados de éstos, la redención proveyó todo lo necesario para lograr su salvación, inclusive la fe que los une a él. El don de la fe es impartido infaliblemente por el Espíritu a todos por quienes Cristo murió, garantizando la salvación de cada uno de ellos
" I "
4.- LLAMAMIENTO EFICAZ O GRACIA IRRESISTIBLE. Además del llamamiento general a la salvación hecho a todos los que escuchan el evangelio, el Espíritu Santo hace a los elegidos un llamamiento especial, el cual inevitablemente les conduce a la salvación. El llamamiento general, hecho a todos sin distinción, puede ser, y a menudo es, rechazado; en cambio el llamamiento especial hecho sólo a los elegidos no puede ser rechazado, sino que siempre resulta en la conversión de éstos. Mediante este llamamiento el Espíritu atrae irresistiblemente a los pecadores a Cristo, ya que no está limitado por la voluntad del hombre en su obra salvadora ni depende del hombre para lograr su propósito. El Espíritu induce benignamente al pecador elegido a cooperar, a creer, a arrepentirse, y a venir a Cristo espontánea y voluntariamente. Por tanto, la gracia de Dios es invencible; siempre redunda en la salvación de aquellos a quienes se les brinda.
La Salvacion es de Dios
La salvación es efectuada por la omnipotencia del Trino Dios . El Padre escogió a un pueblo, el Hijo murió por él, y el Espíritu Santo hace efectiva la muerte de Cristo conduciendo a los elegidos a la fe y al arrepentimiento y a que voluntariamente obedezcan al evangelio. El proceso completo (elección, redención, regeneración) es obra de Dios y es únicamente por gracia. Por tanto, Dios, y no el hombre, determina quienes han de ser los que reciben el don de la salvación.
LAS CINCO SOLAS: REVISION BREVE
Las “SOLAS” de la Reformación Protestante son una serie de doctrinas sostenida por teólogos y el clero para ser el centro de ese periodo del cambio de la iglesia Cristiana del Occidente. Cada sola – del Latín que significa “solo” o “únicamente” – representa una creencia principal sostenida por los reformadores del siglo 16 en contraste con las enseñanzas de la Iglesia Romana Católica. El número preciso de SOLAS varea, pero es común una lista de tres o cinco. Las SOLAS no fueron puestas juntas sistemáticamente sino hasta el siglo 20. Pero, sola gratia y sola fide fueron usadas por los reformadores mismos. Por ejemplo, en 1554 Philip Melanchthon escribió, "sola gratia justificamus et sola fide justificamur” ("solo por gracia uno es justificado, y solo por fe somos justificados”). Todas las SOLAS aparecen en varios escritos por los reformadores Protestantes, pero no todas aparecen en un mismo lugar.1 En las tempranas referencias a las SOLAS, tres fueron típicamente mencionadas: Escritura sobre tradición, fe sobre obras, y gracia sobre mérito. Cada uno de estos pares de términos intenta sobresaltar como la doctrina Protestante es diferente de la doctrina Católica.
SOLA SCRIPTURA (“solo por Escritura”)
La frase, sola scriptura, o “solo por escritura,” acierta que la Biblia debe determinar tradiciones e interpretaciones de la iglesia.2 Todas las prácticas y doctrinas de la iglesia deben estar en unidad con doctrinas de la Escritura, la Palabra de Dios divina e inspirada. Este principio acierta que la Biblia tiene que ser interpretada por sí misma, con un pasaje de Escritura siendo de uso para la interpretación de otro pasaje. Eso muestra que la Biblia es un sistema unificado de verdad así como de la revelación de verdad. Las doctrinas y costumbres de la iglesia deben alinearse con la Palabra de Dios; solo entonces pueden ellas ser aplicadas con seguridad de la aprobación de Dios y de su confiabilidad.
SOLA FIDE ("solo por fe")
Las dos palabras en Latín, sola fide, traducidas “solo por fe,” declaran que obras buenas no son el medio por el cual la salvación se obtiene; ni tampoco son requeridas o aceptadas por Dios para dar Salvación. Sola fide es la enseñanza que justificación (entendida en teología Protestante como “ser declarado justo por Dios”) es recibida por fe solamente, sin la necesidad de obras buenas en parte de la persona que cree. Obras buenas son observadas como las pruebas de fe que salva; ellas no determinan la salvación. El lado Católico del argumento está basado en Santiago 2:14-17. “¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.” Al entender sola fide, es importante tener en mente la diferencia entre las nociones Católicas y Protestantes de justificación.3 Ambos grupos están de acuerdo que esto significa una comunicación de los méritos de Cristo a los pecadores. Martin Lutero uso la expresión simul justus et peccator (“a la misma vez justificado y un [uno] pecador”). Mas sin embargo, Católicos ven justificación como una comunicación de la vida de Dios a un ser humano, limpiándolo del pecado y transformándolo en un verdadero hijo de Dios. No es simple una declaración como justo; el alma es objetivamente justificada. El punto de vista Protestante, en contraste, es que justificación es enteramente el trabajo de gracia de Dios. Buenas obras son el resultado de la justificación de Cristo habiendo sido recibida por fe; ellas son la evidencia de tal justificación siendo imputada al creyente por Dios. Es solo así que como una persona justificada que uno tiene la habilidad de hacer algo que es aceptable (bueno o justo) a la vista de Dios.
SOLA GRATIA ("solo por gracia")
La idea que los méritos de una persona son excluidos de tener parte en la salvación es expresada en las palabras, “solo por gracia” (sola gratia). Salvación viene de gracia divina, “el favor no merecido” de Dios, y no como algo ofrecido, a cambio, o sacrificado per el pecador. Salvación es un regalo, una bendición no merecida de Dios pero por razón de Jesus. Aunque los Protestantes y Católicos están de acuerdo que la gracia es verdaderamente y siempre un regalo de Dios, hay dos conceptos relacionados en el cual ellos son diferentes. Primero (como enseñan los Protestantes), Dios es el único actor en gracia; gracia es suya y solo suya, y siempre salva sin ninguna contribución del hombre. Segundo, el hombre no puede por ninguna acción propia, actuar bajo la influencia de gracia, cooperar con la gracia de Dios para ameritar más grandes gracias para el mismo (lo cual es lo que la Iglesia Romana Católica enseña). La doctrina de sola gratia acierta “monergismo” divino en salvación: Dios actúa sólo para salvar al pecador. Dondequiera que una pequeña cantidad de responsabilidad de salvación le queda al pecador, “sinergismo” opera, y la salvación ya no es por la gracia de Dios solamente.
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SOLI DEO GLORIA ("solo a Dios sea la gloria")
Soli Deo gloria enseña que toda la gloria es de Dios solamente, porque salvación es ejecutada solamente a través de su voluntad y acción. No solo el regalo de la toda-suficiente expiación de Jesus en la cruz, pero también el regalo de fe en esa expiación, creado en el corazón del creyente por el Espíritu Santo, es el trabajo único de Dios. Los reformadores creyeron que los seres humanos, aun santos y papas y clérigos canonizados por la Iglesia Católica Romana, no eran merecedores de la gloria concedida a ellos.
SOLUS CHRISTUS o SOLO CHRISTO ("solo Cristo" o "a través de Cristo solamente")
La expresión, solus Christus, significa “solo Cristo,” e indica que Cristo es el mediador exclusivo entre Dios y el hombre. En otras palabras, no hay salvación a través de nadie más, en cuenta de intervención o intercesión de ninguna otra persona, aunque sea rector, obispo, o Papa. La rendición de la frase es, solo Cristo, porque salvación es “por Cristo solo.” Esta SOLA de la Reformación rechaza “sacerdotalismo,” un término que significa que no hay sacramentos validos en la iglesia sin los servicios de un clérigo propiamente ordenado.5 La mayoría de denominaciones Protestantes entienden que la Biblia enseña que hay solo dos ordenanzas continuas en la iglesia Cristiana, baptismo y la Cena del Señor. La Iglesia Romana Católica dice que hay siete prácticas autorizadas, incluyendo baptismo y le Cena del Señor. En la mayoría de los casos, estos sacramentos deben ser administrados por una persona sacerdotal para que posean una naturaleza e influencia santa. Solus Christus no niega la profesión de un ministro en la iglesia, a quien se le ha cometido la proclamación publica del evangelio y la administración de los sacramentos. De lo contrario, afirma que Cristo es el único sacerdote (el Gran Sacerdote) de su iglesia, y que no gracia que salva es comunicada a los seres humanos excepto a través de él. Sus ministros (sus pastores y maestros) son comisionados por él para que traigan la luz y vida de salvación a la atención de los santos y pecadores, pero ellos no son los “administradores” de salvación en ningún otro sentido además de ser mensajeros y “directores” de verdad Bíblica.
Conclusión
Los reformadores Protestantes estuvieron convencidos que ciertas enseñanzas de la Biblia eran necesarias para el verdadero entendimiento del camino de salvación. La fe Cristiana estuvo en peligro de ser derrumbada al menos que estas doctrinas hubieran sido enseñadas con precisión, poder y persuasión. Ellas todavía continúan a ser retenidas en la mayoría de iglesias Reformadas hoy y en muchas iglesias evangélicas también. SOLA SCRIPTURA, solo la Biblia es nuestra autoridad final en cualquier área de la vida porque es la Palabra de Dios. SOLUS CHRISTUS, solo Cristo, en su vida perfecta y muerte expiatoria en lugar del pecador, es la base para que seamos aceptados con Dios. SOLA GRATIA, solo la gracia de Dios en Cristo y no obras de mérito humano o esfuerzos son la razón porque Dios salva pecadores. SOLA FIDE, solo por fe es el medio por el cual pecadores reciben y se apropian de esta gracia de Dios. SOLI DEO GLORIA, solo a Dios pertenece la gloria para salvar a pecadores y por todo lo demás en esta vida y la por venir.